Petit Boum da un paso más allá de sus ya clásicas botellas sensoriales y crea esta estrella con pigmentos fluorescentes y fosforescentes, que sin duda atraparán la atención desde el más pequeño hasta el adulto. Inspiradora como “botella de la calma”.
Para que brille solo hay que cargarla con luz natural o luz negra y dejarla en la oscuridad para que empiece la mágia.
Apta a partir de los 6 meses.
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